Este principio de año nos hace acoger un texto de Pedro Vigne que nos recuerda cómo es fácil bajar los brazos, vivir una cierta rutina, una « costumbre » que no forzosamente es dinámica.
Empezar el año más « despiertos » sería una buena resolución, sin quedarnos en el punto de partida… Doce meses están delante…para vivir atentos y determinados como el pájaro listo para volar, a pesar del alambre de espinos.